Dime que estás llegando a casa, amor.
¿ Verdad que estás llegando a casa ?
Y tras sentir como aquel teléfono comunicaba, la espera se le hizo larga.
Interminable.
Eterna.
¿ Amor, estás en casa?
Claro, estoy aquí.
Perdón por la espera.
Te coronaré de rosas.
Cómo en el poema que tanto me gusta.
Sí, igual.
¿ Sabes? Si no llegas a venir....
.... lo hubiese dejado todo ....
Tranquila estoy aquí.

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