Acabarás llorando, pequeña. Le repetían una y otra vez. Déjalo, te harás daño. Le repetían una y otra vez. Pero lo prohibído provoca deseo, y allá que fue ella. Caminaba lento. Después aligeró el paso. Más rápido. Más rápido. Ten cuidado pequeña, vas a caer!. Más rápido. Más rápido. NO vió la piedra. Cayó. Pero aguantó las lágrimas como un campeón. Ten cuidado pequeña, acabarás llorando. ¿ Acabarás ? Ya ha empezado a llorar, eso que cae por sus mejillas no son gotas de lluvia. Ya estás llorando.

No hay comentarios

Publicar un comentario