Momento de debilidad. Volvió a recordarte. Y tuve que abrazarla fuerte porque los ojos le comenzaron a brillar de pena. Vamos mi niña, olvídalo; déjalo estar. Pero me contó como la acariciabas, como la mirabas. Y tuve que abrazarla aún más fuerte, para no verla llorar. Para que el mundo no se me cayese encima. Le dije que no te odiase, que te recordase con cariño. Para qué odiarte. Ella no lo necesitaba. Si con lo que yo te odio ya es suficiente. Te odio por hacerle esto. Porque llora por tu culpa cada vez que piensa en ti. Porque está loca por estar contigo, y tu no haces mas que romperle el corazón. Momento de debilidad, en el que yo lo daría todo por partirte la cara, estúpido.

1 comentario

  1. Cuanta agresividad acumulada, voy a tener que regalarte un saco de boxeo para el stress, con los sacos de zulo no es suficiente :D

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