Ideas destartaladas, basadas en hechos, casi, reales. Recorrer tu almohada en silencio, sin que me notes. Amores supercalifragilísticos-espialidosos. Abrazarte fuerte, intentando que no te vayas. Llenar el aire con aromas de frutas. Locuras varias al despertar lejos de ti.
Las palabras de tanto usarlas se rompen, se desgastan, se reciben, cada vez, con menos entusiasmo. Con menos ilusión. Nos acostumbramos a las palabras bonitas, a los regalos de artificios gramaticales, y ya todo nos sabe a poco. Cuesta impresionar con un te quiero en estos tiempos en los que cualquiera pronuncia amor a desconocidos.
No quiero justificar a los que guardan las palabras bonitas en un cajón. Pero cada vez me cuesta más impresionarte, amor.

1 comentario

  1. En general cada vez cuesta más impresionar a todo el mundo, pero yo personalmente cada vez que escucho un te quiero de él me siguen sonando las maripositas en el estómago, es más no hay ni un sólo día desde que lo conocí que se acabe sin que me lo diga.

    Ahora te lo digo yo a tí, y sabes que te lo digo muchisimo, porque sí, porque lo siento, porque siemplemente eres parte de mi.
    TE QUIERO MIL
    SONRIE PRINCESITA, PORFI!

    ResponderEliminar