Mañana fría, pero soleada aquella en la que por fin colgué mi nueva placa en la puerta de la consulta.
" Alfredo Fernandez.
Medicina General. "
Después de 15 años en la misma consulta, mi primera y única placa ya estaba bastante destrozada por el tiempo.
Me lavé las manos y me dispuse a pasar consulta.
Primer paciente del día. Mujer. Alta y delgada. Ojos grandes, pero tristes. Pelo largo, algo alborotado. Vestía vaqueros claros y camiseta azul. No parecía estar enferma.
- Bien, dígame, qué le ocurre.
Me contó sus síntomas. Inflamación en la garganta. Dolor de cabeza y ojos. Malestar general. Náuseas. Dificultad para respirar y conciliar el sueño. Después de reconocerla. Me senté y le pregunté:
- Señorita, por qué no llora?
- Perdón, no le entiendo.
- Si. Está claro. Si tiene ganas de llorar, hágalo.
Se me quedó mirando, algo extrañada. Di por sentado que no me entendía.
"Usted tiene ganas de llorar. El porqué no lo se. Pero no llora. Señorita tiene que llorar. La inflamación en la garganta es debido a los nudos que le provoca su pena. Si no llora los nudos seguirán ahí, cada vez más grandes. Y su garganta irá a peor. El resto de síntomas los provoca de nuevo su pena. Y ya le digo, hasta que no llore, ni se le irá la pena, ni ningún síntoma de los que padece .... Podría recetarle unas sonrisas, pero mucho me temo que en las farmacias no las encontraría."
No habló. Se tocó la garganta con las dos manos. "Me ahogo, doctor. NO puedo llorar". Estaba sufriendo sin duda un ataque de ansiedad. Le aconsejé que se tranquilizara y le volví a repetir que tenía que sacar la pena. Le recomendé un buen psicólogo. Aunque no se si le ayudaría.
Y pasé la mañana pensando qué pena tan grande tendría para que la garganta la tuviese tan mal.

1 comentario

  1. ¿y encontró la solución? ¿dónde le vendieron los remedios? (para buscar un poquito, soy de las que hacen nudos y nudos y no lloran si duele demasiado)

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