Las palabras se quedan mudas,
y mi repertorio de quejas está llegando a su fin.
Y si ahora nada vale la pena,
me pregunto que sigo haciendo yo aquí.
Si mis pensamientos idiotas bailan,
haciendo el idiota, y no los puedo corregir.
Los mandé a la cama en la primera luna,
aunque aún siguen en mi.
Es como intentar que tus frases no rimen.
Que no te mojes bajo la lluvia,
o que el sol brille en un día gris.
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