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Sus gafas

2 de septiembre de 2009


Aprendió ... que estar enamorada de ti no iba a signifcar estar ciega contigo.

Compró unas gafas nuevas.
Volvió a ver todo del verdadero color.

Podría quererte y pensar a cada momento en ti. Pero con sus nuevas gafas vió que no era buena idea llorarte cada noche.
Podría enviarte mil mensajes. Pero con sus nuevas gafas vió que no debía esperar ni un solo segundo más una contestación de las tuyas.
Podría soñarte siempre, quitarse sus nuevas gafas, imaginar tu entrada por esa puerta; pero al ponerse, de otra vez, sus nuevas gafas, vería que esas cosas solo pasan cuando se duerme profundamente.

Todo con sus nuevas gafas.

Puedo quererte, llorarte, llamarte a voces, esperarte por siempre ... pero no estoy ciega por ti.
Seguiré andando ... como si todo esto nunca hubiese pasado.
Necesitando ir al óptico ....

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