Ni susurros tiernos a la vuelta de la esquina.
Ya no guardo abrazos para cuando vuelvas.
Ni siquiera compartimos frases de amor.
Ya no queda nada para ti.
Ni una sola noche con la luz encendida,
ni un vuelco de corazón si vuelves por la puerta.
No hay nada para ti.
(aunque me muera por dentro)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
bufff
ResponderEliminarY yo, Uuuf, que con letra pequeña deja mucho ánimo encerrado.
ResponderEliminarSeguro que abriste la puerta.
Son como los cobradores del frac.
cordial saludo. Elisa