No importa lo lejos que pueda llegar a estar.
O lo complicado de nuestras palabras.
No importa si llueve o hace sol.
Si nuestros abrazos no nos alcanzan.
Pero en cada sonrisa, en cada movimiento de nariz,
en cada suspiro y en cada llamada hay un
te quiero, solo y exclusivo para ti.
Y puede que, tal vez, no me entiendas,
o no me sientas como a mi manera.
Puede que no aceptes mis locuras,
y que mis bromas te parezcan absurdas.
No importa, nada, ni siquiera lo lejos
que podamos llegar a estar.
Porque me gusta repetirme, si me repito:
en cada sonrisa, en cada movimiento de nariz,
en cada suspiro y en cada llamada hay un
te quiero, solo y exclusivo para ti.
No hay comentarios
Publicar un comentario