Las endorfinas, hormonas de la felicidad, son sustancias químicas producidas por el propio organismo estructuralmente muy similares a los opioides (opio, morfina, heroína) pero sin sus efectos negativos.
Estos químicos naturales producen una fuerte analgesia, estimulan los centros de placer del cerebro creando situaciones satisfactorias que contribuyen a eliminar el malestar y disminuir las sensaciones dolorosas. Cuando sentimos dolor las endorfinas actúan como analgésicos endógenos inhibiendo la transmisión del dolor al cerebro.
Las endorfinas son producidas por el organismo en respuesta a múltiples sensaciones, entre la que se encuentra el dolor y el estrés. Cuando sentimos placer estas sustancias químicas se multiplican y envían mensajes a nuestro cerebro a los linfocitos y a otras células responsables de la defensa de virus y bacterias que invaden el organismo.
Este es el método que voy a seguir ahora. Seré más feliz, más sonriente, y me rodearé solo de personas que me aporten buenas vibraciones, energía positivia. Y así lo haré saber a todos.
Existen varias formas para estimular la producción de endorfinas:
- Haciendo ejercicio.
- Caricias, besos y abrazos.
- La risa, que tiene gran influencia sobre el cerebro.
- El contacto con la naturaleza.
- Los masajes y la música.
precioso blog..
ResponderEliminarun abrazo!
... y hacer poesía, sentarse a mirar un paisaje en lo alto de un risco, ponerse al lado del agua de un río, mar, arroyo..., un torrente en cascada... Pisar la yerba húmeda con los pies descalzos, ver cómo nos mira el amor... y sentirse enamorado ante la idea de ser amado, deseado, querido, necesitado de compartir el mismo sueño. Y sobre todo ver un atardecer en Granada, otro a la orilla del mar, una caminata por la selva sintiendo sus sonidos a tope y el corazón disparado ante lo imprevisible que vamos descubriendo o nos puede sorprender; una aurora boreal..., el sonido que da el gemido de la tierra cuando va a ver un temblor en una escala aguantable... y el llanto de un recién nacido por primera vez... No sé, pero las he sentido sólo con mirar unos botones d rosas que otros ojos miraban y que no tengo ya a mi lado. Los de mi madre. Seguro que hay más...
ResponderEliminarUn beso
Elisa