cabezita rapada

si me miro en el espejo con mi cabecita rapada

de esa niña de guardería veo que ya no queda nada.

aún sin arrugas de tristeza, ni cremas que las escondan

bailo y canto menos, pues los jefes no perdonan.

achiqué mi mirada, agrandé mi sonrisa

y por la vida me dispuse a caminar sin alguna prisa.

fui deseada, anhelada, envenenada, hasta quemada

por lenguas mezquinas que me envidiaban.

escribo mal, sin alguna literaria licencia

pues eso se lo dejo a Patri que es una eminencia.

vacilé a la vida y ella me maltraba

pero airosa salía de cada batalla librada.

me ponen barreras y las salto

puedo caer cien veces, pero siempre me levanto.

a los amigos siempre los mantuve cerca

pues son ellos los que cada día me inventan.

si me miro en el espejo con mi cabecita rapada

se que esta niña no es lo que muchos esperaban.

ya no grito ni encabrono

y por tacones cambié el kimono.

metas altas me impongo

pues consigo lo que me propongo.

y no quisiera quedar de vacileta

más que nada porque acabó mi fase de chuleta

la vida me arrebató cosas que quería,

y me dió cosas que yo no pedía.

he aprendido a vivir en armonía

buscando la carita que tenía en la guardería

y si me miro en el espejo con mi cabecita rapada

sonrío, pues la vida es tan buena como esperaba.