1

vivir mi sueño

25 de junio de 2009



Cuando volví estaba aún más delgada que el día en que, siendo cobarde, decidí dejarlo todo. 
Había vuelto a fumar. Y llevaba el pelo más largo. 
Su inconfundible sonrisa iluminaba el día. 
Ni siquiera me vió.

Me gustó verla fumar, remarcaba su caracter femenino, ese que ella decía no tener. 
Me pareció estar viendo una vieja foto en blanco y negro. 
Pero todo era real, yo estaba de nuevo allí.
NO se si eran mis ojos los que la veían tan preciosa, 
o que ella, en un intento de volverme a conquistar, 
se esmeró al máximo esa mañana pintando sus preciosos ojos.

Y me atreví a aparecer, lento caminaba, con el rostro decidido,
 pero con las piernas temblando como no recordaba desde hacía tiempo.
Y me atrevía a aparecer, 
su sonrisa dejó de iluminar al verme,
 su estupenda boca-chimena dejó de escupir humo, y miró a su alrededor. 

Se que la gente se movía, que todos me hablaban; 
pero en ese instante solo existía nuestro mundo, 
que se detuvo intentando recordar para siempre, o tal vez el tiempo paró para poder contar los latidos de mi corazón. 
"Que no se rompa la magia.". 
Me repetía una y otra vez. 
"Que no se rompa la magia".

Mis pies aterrizaron sobre el duro suelo de hormigón. 
 Y me dí cuenta de mi estupidez.
 Era lo que siempre había buscado y solo traté de salir corriendo, 
en cada mirada, en cada beso, en cada muestra que me hacía ver que seguía ahí, dentro de mi.

Decidí empezar a vivir mi sueño en ese mismo instante.

1 comentario

  1. nunca es tarde para empezar a vivir un sueño, no? me ha encantado este texto!

    ResponderEliminar