0

a punto de naufragar

10 de julio de 2009

Nunca tuve dotes artísticas. Ni fui ordenada. Nunca supe colorear sin salirme de los bordes, cuando aprendí … dejamos de hacerlo, y empezamos con las manualidades. Hacer con las manos. Eso si que nunca lo llegue a dominar. Aún rondan mis horrorosas manualidades por casa; el bonsai pelón, la bailarina con ojos locos, el joyero de madero, el gusano en el cristal, la bombonera de extraño color, …

Nunca tuve dotes artísticas. Ni recibí cartas por San Valentín. Mientras el resto de las niñas aprendían a peinarse, yo pasaba mi tiempo jugando al fútbol, estropeando mis rodillas contra las chinas.Haciendome amiga de los que nunca me besarían.

Nunca tuve dotes artísticas. Pero ahora me hago la manicura francesa. Se pintarme los ojos. Ordeno la ropa y los peluches por colores. Nunca tuve dotes artísticas, pero no puedo evitar mi vena poética para contar lo que me pasa durante el día.

Ahora, sin dotes artísticas, se cruzar las piernas, me visto adecuadamente, y el flequillo sobre uno de mis ojos me identifica en cada dibujo que hago. Uso pendientes y me pongo perfume. Sin dotes artísticas, mis frascos rebosan imaginación.

Ahora, sin dotes artísticas, aprieto el corazón en situaciones difíciles; se sacar las uñas y defender lo mío. Sin dotes artísticas me impongo donde quiera, y camino con la cabeza alta.

Nunca tuve dotes artísticas, ni fui ordenada. En realidad, eso no sirve cuando estás a punto de naufragar. La cuadratura del círculo nunca salvó a nadie de caer.
Ahora, sin dotes artísticas, estoy orgullosa de no saber dibujar.

No hay comentarios

Publicar un comentario